Las
autoridades decomisaron esta semana un lote de pollos "inflados" los
cuales iban a ser distribuidos en diversos mercados de la capital.
En
el local se hallaron pollos que eran sumergidos por varias horas en el
agua a fin de que estos ganen peso en el proceso. Según los expertos, de
esta forma las aves podían pesar hasta medio kilo más de su peso
original.
También se hallaron pollos vivos a punto de ser sacrificados, así como grandes tinas en donde se ponían los cadáveres con agua.
El establecimiento, ubicado en la cuadra cuatro del jirón San Pablo fue clausurado.
La policía recomienda a los usuarios a adquirir sus productos en puestos de confianza.
Además, tenga mucho cuidado al momento de elegir lo que compra. Revise que la piel del pollo no se vea tensa.
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